Licenciado en Economía por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Es maestro en Economía y Finanzas por la Universidad de York y tiene un doctorado en Economía. Comenzó su carrera profesional como asistente de investigación en el CIDE. Es Head de Research & Strategy Mexico en BBVA, siendo responsable del análisis, las estrategias de inversión y los documentos de investigación en los campos de renta fija, FX, equity, macro y crédito corporativo. Actualmente, es miembro y vicepresidente del Comité Técnico del Indicador IMEF del Entorno Empresarial Mexicano (IIEEM) en el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Los bancos centrales de las economías más grandes del mundo han implementado acciones monetarias y financieras sin precedentes en los últimos años. Tanto la crisis económica y financiera del periodo 2007-2009, como la severa recesión económica de 2020 -que de manera súbita irrumpió ante la amenaza sanitaria del COVID-19- han demandado mayor dinero en circulación y tasas de interés sumamente bajas (prácticamente en 0.0%). Solamente el Sistema de Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés), que es el banco central de Estados Unidos, inyectó más de 18 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) al sistema financiero para la creación de dinero nuevo entre 2008 y 2014. En 2020, la Fed ha creado 15 puntos del PIB en dinero nuevo en circulación.
La economía mexicana y los mercados financieros no son inmunes a estos eventos. Todo este nuevo dinero que se genera en el mundo se expande a otros mercados, como al mexicano. Por ejemplo, entre 2010 y 2019 inversionistas extranjeros compraron 143 mil millones de dólares de bonos gubernamentales (28% de toda la deuda del gobierno federal). En el contexto de la gran recesión global (2007-2009), el Banco de México (Banxico) redujo la tasa de fondeo bancario 525 pb, de enero de 2009 a junio de 2014. Igualmente, de febrero a junio de 2020 (frente a la crisis del COVID-19), Banxico bajó en 175 pb su tasa de referencia, además de haber implementado una serie de medidas monetarias para impulsar el funcionamiento ordenado de los mercados financieros y proveer liquidez.
Como señala Heath, el dinero “es la piedra angular en una economía de mercado”.1 Pero el dinero no solo son billetes y monedas; incluye todos los medios o instrumentos con los que se pueden realizar transacciones. Dinero puede haber en billetes de 100 pesos o en un bono del gobierno federal con valor nominal de 100 pesos. Y es aquí en donde el dinero y los mercados financieros se fusionan. El comportamiento de los mercados financieros dependerá, en gran parte, de cómo deciden los individuos, las empresas, los bancos, los fondos de inversión, los fondos de pensiones, los bancos centrales y los gobiernos interactuar con el uso de este dinero.
Los mercados financieros vinculan el ahorro con el financiamiento de inversiones y gasto.2 Cuando se habla de mercados financieros, generalmente se hace referencia a los mercados de renta fija (tasas de interés); deuda corporativa (instrumentos de deuda de empresas); renta variable (bolsa de valores); y mercado cambiario (compra y venta de divisas), pero la variedad de instrumentos financieros es más extensa. Por ello, esta lectura se centrará en el mercado de deuda gubernamental.
Su objetivo es que, a través de esta información, el lector pueda inferir lo que apuntan los indicadores monetarios y financieros y, así, elaborar una opinión. Por ejemplo, servirá para entender y debatir sobre las distintas acciones que los gobiernos y los bancos centrales están implementando para restituir la relación dinero-mercados en periodos de crisis económicas y volatilidad financiera y que tienen efectos en los mercados financieros.
1 Heath (2012), p. 313.
2 Abreu et al. (2014).
I PIB (izquierda) I Base monetaria (derecha)
Fuente:
Elaboración propia con datos de Banxico e Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (INEGI).
Dinero es cualquier objeto que se acepte, de manera generalizada, como medio de pago. Debe cumplir ciertas características, que son: a) fungir como medio de cambio o pago; b) ser unidad de cuenta, es decir, que constituya una medida de valor; c) ser reserva de esa unidad de cuenta, esto es, que se pueda transferir entre el presente y el futuro; y d) debe tener liquidez, lo que significa que puede ser fácilmente intercambiable y transformado por otro activo.
Como se conoce hoy, el dinero es una forma de pagaré, que puede estar representado por un papel (billete o moneda), respaldado por el Banxico. También puede ser un instrumento de deuda, respaldado por el emisor de la deuda.
En su forma más líquida, el dinero se conforma por billetes y monedas en circulación, los cuales están en poder del público, en cajas de los bancos, o en reservas que tienen los bancos privados en el banco central. A esta integración de dinero se le llama base monetaria.
El cambio real anual de la base monetaria mantiene una cierta correlación con el comportamiento de la economía (gráfica 1); sin embargo, la base monetaria no necesariamente responde a cambios en el ciclo económico. En ocasiones, el público puede desear tener más o menos billetes y monedas en su poder, como parte de su preferencia, expectativas y especulación, tal y como sucedió en 2020, donde la base monetaria aumentó, mientras la economía se contrajo.
La relevancia de la base monetaria es que -de todas las formas y definiciones de dinero que se presentan en esta lectura- la oferta de billetes y monedas solo puede ser creada por el banco central, en este caso, el Banco de México. La demanda de dinero, por parte del público (personas, empresas o gobierno), dependerá tanto de las preferencias por resguardarlo, la actividad económica, la especulación, la inflación y las tasas de interés. Esto último, es el costo del dinero.3
3 Heath (2012), p. 326.
La figura 1 presenta un esquema ilustrativo de la creación de la base monetaria, descrita originalmente en el Banco de Inglaterra.4 En su hoja de balance, los bancos centrales registran como pasivo la creación de la base monetaria, mientras que en sus activos registran reservas internacionales u otros activos como instrumentos de deuda. Como los bancos centrales son los únicos que pueden generar la base monetaria, ya que nadie puede producir billetes y monedas, los bancos privados reciben esta oferta de billetes y monedas y la registran en su balance como activos. Por supuesto, que este activo siempre estará respaldado por sus pasivos, principalmente, por los depósitos. Los consumidores (personas o empresas) registran, como parte de sus activos, estos billetes y monedas en su poder más su ahorro (en este caso los depósitos); y sus pasivos pueden ser cualquier préstamo u obligación.
1/ Los balances están altamente estilizados para facilitar la exposición: las proporciones que se muestran no corresponden a las cantidades realmente mantenidas en el balance de cada sector.
2/ El balance del banco central solo muestra pasivos monetarios básicos y activos equivalentes. En la práctica, el banco central tiene otros pasivos no monetarios.
3/ Los activos no monetarios de los bancos comerciales incluirían deuda del gobierno, crédito y otros activos no monetarios, mientras que los pasivos no monetarios incluirían deuda y patrimonio a largo plazo.
4/ Los consumidores son hogares y empresas. El balance general solo muestra activos monetarios amplios y pasivos correspondientes.
Los pasivos de los consumidores incluirían préstamos.
Fuente:
Elaboración propia con base en Banco de Inglaterra.
4 Banco de Inglaterra (2014).
Tabla 1
Descripción de agregados monetarios
Definiciones de dinero
La base monetaria es el concepto de dinero con el que está más familiarizado la sociedad, pues incluye billetes y monedas que se usan todos los días. Pero en poder de los mexicanos estos billetes y monedas solo representan 11.5% de todo el dinero en circulación. Por convenio internacional, a la cantidad total de dinero en circulación se le denomina M (de agregados monetarios), y se van desagregando desde M1 hasta M4. La diferencia entre M1 y M4 es la liquidez: M1 contiene la definición de dinero más líquida (como billetes y monedas) y M4 contiene activos, que son usados como dinero, pero que pierden cierto grado de liquidez. Se considera que todos los agregados monetarios M son una definición de dinero en el sentido amplio. Es decir, M1 es la definición más estrecha del dinero y M4, la más amplia. Por cierto, la base monetaria no forma parte de M1 por un tema técnico, ya que M1 no incluye billetes y monedas en cajas de los bancos y añade depósitos de exigibilidad inmediata. La tabla 1 presenta el esquema de definiciones de dinero en México, de M1 a M4. Esta tabla considera su definición (instrumento que representa el concepto de dinero), así como quiénes lo tienen y emiten, de acuerdo con el Banco de México.5
1/ Incluye cuentas de cheques y depósitos en cuenta corriente.
2/ Incluye depósitos y títulos de crédito con un plazo residual menor o igual a cinco años.
3/ Se refiere a los recursos financieros que recibe la banca en operaciones de reporto con los sectores tenedores de dinero.
4/ Otros intermediarios financieros no bancarios.
5/ Entidades de ahorro y crédito popular.
6/ Fondos de inversión de deuda.
7/ Organismos de control presupuestario directo e indirecto y empresas productivas del Estado.
Fuente:
Banxico.
5 Banxico (2018).
Los billetes y las monedas conforman M1, los cuales son creados solo por el banco central. El resto del dinero es creado por el sistema financiero y la economía. Por ejemplo, también en M1 se ubican los depósitos de exigibilidad inmediata. Estos depósitos se crean en el sistema bancario, es decir, es dinero que se origina por medio de préstamos bancarios. La figura 2 exhibe un esquema cualitativo del proceso de creación de dinero vía depósitos.6
Cuando un banco privado hace un préstamo, al mismo tiempo realiza un depósito en la cuenta del solicitante del crédito. Se genera un nuevo préstamo por el banco (activo) y un nuevo depósito (pasivo). Este depósito es dinero nuevo. El balance financiero del consumidor también cambió: ahora tiene un nuevo depósito (en su activo), y un pasivo (el nuevo préstamo). Así es como gran parte del dinero en circulación se crea en el sistema financiero, de ahí que billetes y monedas solo sea 32.1% de todo M1 y 11.5% de todos los agregados monetarios (M4).
1/ Los balances están altamente estilizados para facilitar la exposición: las proporciones de cada medida de dinero que se muestran no corresponden a las que realmente se mantienen en el balance de cada sector.
2/ Los balances de los bancos comerciales solo muestran activos y pasivos monetarios antes de que se otorguen préstamos.
3/ En los consumidores (hogares y empresas), el balance general solo muestra activos monetarios y pasivos correspondientes; no se muestran activos reales como la transacción de una casa.
4/ Los pasivos no monetarios de los consumidores incluyen préstamos existentes.
Fuente:
Elaboración propia con base en Banco de Inglaterra.
6 Para mayor detalle de este proceso de creación del dinero ver Banco de Inglaterra (2014).
Gráfica 2
Agregados monetarios y base monetaria
Billones de pesos de marzo de 2020
La gráfica 2 presenta el tamaño relativo de cada uno de los agregados monetarios, cuyo monto total es de 13.6 billones de pesos. El agregado monetario M1 corresponde al 36% de todos los M y, a la vista, los depósitos bancarios son la mayor parte de M1 (67.45%). Es decir, el saldo en depósitos bancarios es mayor que los billetes en circulación. En todos los agregados monetarios, el peso de cada M es: M1 (36%), M2 (36%), M3 (11.2%) y M4 (16.8%).
Conforme el agregado monetario aumenta de M1 a M4, un mayor número de instrumentos financieros -que se considera dinero-, se va incorporando. Por ejemplo, en M3 ya se incluyen todos los valores públicos, que es deuda del gobierno federal denominada en pesos y del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB). En M4, se incluye M3 más los instrumentos en propiedad de extranjeros. Lo destacable -y es el principal mensaje de esta lectura- es que son los billetes y las monedas la única definición de dinero físico. En el sistema financiero, 88.45% del dinero en circulación no son billetes y monedas. El resto del dinero existe en los bites de las computadoras del sistema financiero. Son combinaciones de unos y ceros (sistema binario que registra el saldo de dinero total en la economía).
Fuente:
Elaboración propia con
datos de Banxico.
Gráfica 3
Agregados monetarios (cambios anuales reales, porcentaje) y
M4 como porcentaje del PIB
Porcentajes
A. Agregados monetarios
(cambios anuales reales, %)
I M1 I M2 I M3 I M4
B. M4 como porcentaje del PIB (%)
I M4 como porcentaje del PIB
Fuente:
Elaboración propia con información de Banco de México e INEGI.
Gráfica 4
M2, M4 y base monetaria1/
Índice 100 = diciembre de 2000
Porcentajes
I M2 I M4 I Base monetaria
1/ Datos acumulados reales.
Fuentes:
Elaboración propia con datos de Banxico e INEGI.
Como se observa en la gráfica 3A, los agregados registran ciclos similares; no obstante, la intensidad del dinamismo varía en cada uno. Lo que es un hecho es que el tamaño del dinero, en su sentido más amplio, en circulación ha aumentado. De representar menos de 35% del PIB en 2002, ahora tiene un peso de 55% (gráfica 3B).
Ahora bien, a lo largo del tiempo, en México la base monetaria muestra mayor fuerza en su crecimiento que el resto de los agregados monetarios (gráfica 4). La base monetaria se ha expandido a un ritmo acumulado mayor que M2 y M4. En México, la preferencia por el uso del efectivo parece ir en aumento en los últimos años frente al resto de activos financieros. No es que se use más, como se vio anteriormente, es que su peso en el agregado ha ido incrementándose (en 2000 la base monetaria pesaba 9.7% de M4, ahora 12.5%).
Tabla 2
Composición de activos financieros internos
Finalmente -como parte de los cambios metodológicos hechos por el Banxico-7 al seguir prácticas internacionales, se excluyeron algunos instrumentos financieros de la definición de dinero. Sin embargo, éstos forman parte del rubro de activos financieros (internos y externos) que integran la cantidad total de la riqueza financiera en México. Dicho de otra manera, tales instrumentos ya no forman parte, en sentido estricto de la definición del dinero, pero sí del sistema financiero. A estos activos financieros se les denominan F (tabla 2).
En suma, el dinero no solo es creado por el Banco de México (base monetaria), sino también por el sistema financiero (agregados monetarios). Así, la evolución de las distintas definiciones del dinero dependerá de la compleja interacción entre los que emiten el dinero (como el Banco de México y la banca comercial), los que lo usan (tenedores de dinero), y las condiciones económicas y financieras.
En su sentido amplio, el dinero se extiende a instrumentos financieros como la deuda gubernamental. Los valores públicos forman parte de los agregados monetarios. Este mercado es vital en el funcionamiento de otros mercados como los de deuda corporativa, renta variable y tipo de cambio. El movimiento de las tasas de interés de estos instrumentos determina, en gran parte, la valuación y el comportamiento de todos los demás activos financieros. Además, las tasas de interés que paga el gobierno reflejan el interés que tienen los inversionistas por invertir en México y son una de las referencias del riesgo país. Por esta razón, al hablar de mercados financieros, en esta sección, se hace referencia al mercado de deuda gubernamental, en particular el de renta fija.
1/ Incluye títulos de crédito (certificados bursátiles y bonos bancarios) emitidos por la banca con un plazo residual mayor a cinco años y obligaciones subordinadas.
7 Banxico (2018).
¿De qué se habla cuando se refiere al mercado de deuda gubernamental o mercado de renta fija? Los instrumentos más representativos en el mercado de deuda gubernamental se presentan en la tabla 3. Cada instrumento ofrece características distintas. Por ejemplo, los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES) son un mercado de deuda que opera en el mercado de dinero al contar con plazos menores a un año. Son instrumentos de deuda a corto plazo y pagan una tasa de interés fija al vencimiento. Si se compran CETES, cuando se compra un instrumento de deuda, se está invirtiendo en ese activo, es decir, se está ahorrando y se recibirá el ahorro (capital) más intereses al vencimiento del papel.
Los Mbonos son instrumentos de deuda a mayor plazo y se han convertido en la principal referencia en el mercado de tasas de interés en pesos. Sus plazos, generalmente, van de uno a 30 años y, a diferencia de los CETES, paga una tasa de interés cada seis meses. Otro instrumento de deuda relevante, que forma parte también de los agregados monetarios, son los UDIbonos. Estos instrumentos están vinculados a la inflación, es decir, cada seis meses pagan la inflación más un premio adicional que es la tasa de interés del instrumento. De igual modo abarca plazos de uno a 30 años. Los valores públicos también incorporan deuda que paga una tasa de interés flotante.
Los instrumentos de deuda, como los señalados, pagan al ahorrador o inversionista una tasa de interés. La tasa de interés que obtendrá dependerá de la característica del bono de deuda, pero todos pagarán una tasa de interés, mayor o menor, dependiendo de las condiciones económicas, como la inflación o las de mercado. Esto es por la demanda que exista por esos instrumentos.
Fuente:
Elaboración propia con información de Banxico.
Los inversionistas o ahorradores deciden a qué tasa comprar un bono de deuda, el plazo y el tipo de valor público. Las tasas de interés a mayores plazos dependen de muchos factores: riesgo por prestar a mayor plazo, cambio en las tasas de interés futuras, inflación y prima por liquidez.8
El riesgo por prestar a mayor plazo se refiere a la posibilidad de que el deudor no cumpla su compromiso y, entre mayor sea el plazo, mayor es el riesgo. También está asociado a que nuestros ahorros (capital) no estarán disponibles por mayor tiempo, y éste es un costo de oportunidad para el ahorrador pues ese capital se podría usar en otra actividad económica o financiera.
En cuanto a las expectativas de las tasas de interés, al prestar a plazos más largos, se debe considerar el futuro comportamiento de dichas tasas. Si se presta a cinco años a una tasa de 5.0%, es probable que no se esté esperando que la tasa de interés suba a 10.0%; de lo contrario, el préstamo se estaría dando a una tasa muy baja. Lo mismo ocurre con el efecto de la inflación. Si la inflación aumenta por arriba del 5.0% en este plazo, la inversión perderá en términos reales. Finalmente, la prima por liquidez se refiere al interés adicional que considera la dificultad para vender este instrumento si se necesitara.
La expresión Identidades 1 (figura 3) ejemplifica, de manera sencilla, la construcción de una curva de rendimientos. Hay aspectos técnicos que no se abordan, no obstante, esta ejemplificación no cambiará en nada el sentido de los argumentos. En estos ejemplos, la tasa de interés de un bono a dos años es igual al promedio entre la tasa de interés actual a un año, y la tasa de interés a un año esperada dentro de un año. Una tasa de interés a cinco años hoy es el promedio de tasas de interés a un año esperadas durante cinco años más la prima de riesgo.
Fuente:
Elaboración propia.
8 Fabozzi (2016).
Gráfica 5
Curva de rendimientos de Mbonos, UDIbonos y CETES
Porcentaje, promedio en los últimos 10 años
A
I Mbonos I UDIbonos1/
B
I CETES
1/ Tasa de rendimiento nominal que incluye la tasa real del UDIbono más la inflación anual.
2/ A = Años.
Fuente:
Elaboración propia con datos de Valuación Operativa y Referencias de Mercado S. A. de C. V. (VALMER).
Gráfica 6
Curva de rendimientos de Mbonos
A
I Mbonos en diciembre de 2013
B
I Mbonos en febrero de 2020
1/ A = Años.
Fuente:
Elaboración propia con
datos de VALMER.
Si los ahorradores esperan que las tasas de interés futuras aumenten, las tasas de interés de mayor plazo hoy deberán ser mayores a las tasas de menor plazo; y viceversa, si se espera que bajen las tasas de interés, las tasas de interés de un bono de largo plazo tenderán a bajar frente a las de menor vencimiento.
Cuando integramos muchos plazos, se construye la curva de rendimientos. En las gráficas 5A y 5B se presentan las curvas de rendimientos promedio de los últimos 10.5 años para los instrumentos de deuda CETES, Mbonos y UDIbonos para todos sus plazos. La curva de rendimientos para estos instrumentos registra una pendiente positiva, lo cual significa que los inversionistas han demandado una tasa de interés más elevada conforme aumenta el plazo.
La curva de rendimientos de mayor referencia en el mercado, tanto por su tamaño, liquidez, y presencia entre los inversionistas más grandes como las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES), extranjeros y fondos de inversión local, es la de Mbonos. La forma de su curva varía significativamente. Por ejemplo, en 2013, la curva de rendimientos exhibió una pendiente positiva (gráfica 6A). En aquel momento, los inversionistas esperaban aumentos en las tasas de intereses internacionales, y presión sobre los mercados en México. En febrero de 2020 la forma de la curva era otra, con una pendiente negativa (prácticamente todos los plazos estaban por debajo de la tasa a un año). Los inversionistas anticipaban recortes en la tasa de política monetaria y asumían menor inflación y tasas internacionales.
Gráfica 7
Tasa de interés de la TIIE a 1 día, tasa de interés de la TIIE a 28 días,
TIIE a 91 días, tasa de fondeo y CETES a un año (%)
A
I TIIE a 28 días I TIIE a 1 día I Tasa de fondeo
B
I Tasa de fondeo I TIIE a 91 días I CETES a 1 año
Fuente:
Banxico.
La Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE) no es un instrumento de deuda gubernamental. Es una tasa de interés representativa en el mercado financiero mexicano, específicamente en el mercado de dinero, que es donde se compran y venden instrumentos de tasas de interés de muy corto plazo. La TIIE es una tasa de interés que refleja las operaciones de crédito entre instituciones bancarias, de acuerdo con la “Circular 3/2012, dirigida a las instituciones de crédito y a la Financiera Rural, relativa a las disposiciones aplicables a las operaciones de las instituciones de crédito y de la Financiera Rural”, emitida por el Banco de México.9 Esta tasa es de suma importancia pues refleja el entorno del mercado de dinero en México, es decir, las condiciones de préstamo entre los bancos. En general, la TIIE es referencia central en la deuda comercial (empresas), y la deuda gubernamental.
La TIIE se calcula diariamente para plazos de 28, 91 y 182 días. El Banco de México acaba de emitir una nueva tasa de TIIE de fondeo a un día10 en la que, alineada a los estándares internacionales, busca reflejar las condiciones de fondeo interbancario. La relevancia de la TIIE es que transmite, de manera muy eficiente, los cambios en la tasa de política monetaria (tasa de fondeo). El dinamismo de TIIE a un día y a 28 días, tasa de fondeo bancario y CETES se presenta en las gráficas 7A y 7B. Las tasas TIIE expresan de manera directa los cambios en la tasa de fondeo bancario. Esto es importante, pues si Banxico busca aumentar o bajar las tasas de interés debe incidir en las tasas de TIIE.
Gráfica 8
Rendimiento1/ total de CETES, Mbonos y UDIbonos
Índice 100 = enero de 2010
A
I Mbonos I CETES
B
I UDIbonos I Mbonos
1/ El rendimiento es calculado mediante la suma del promedio de la ganancia de capital de los instrumentos vigentes más el cupón promedio. En el caso de los UDIbonos también se considera el cambio porcentual en la UDI para determinar el rendimiento.
Fuente:
Elaboración propia con información de VALMER y Bloomberg.
Gráfica 9
Rendimiento1/ total de CETES, Mbonos, UDIbonos y el IPC
Índice 100 = enero de 2010
I Mbonos I CETES I UDIbonos I IPC
1/ El rendimiento es calculado mediante la suma del promedio de la ganancia de capital de los instrumentos vigentes más el cupón promedio. En el caso de los UDIbonos también se considera el cambio porcentual en la UDI para determinar el rendimiento.
Fuente:
Elaboración propia con información de VALMER y Bloomberg.
Los rendimientos que ofrecen los instrumentos de deuda son distintos y varían con el tiempo, ya que dependen de los riesgos del activo, de los cambios en las tasas de interés, de las expectativas económicas, del dinamismo inflacionario y de los cambios en el tipo de cambio, entre otros.
La gráfica 8 muestra el índice de rendimiento diario acumulado promedio de los CETES (en todos sus plazos) y el de Mbonos.11 En función del valor de cada bono en enero de 2010 (año y mes base) se acumula el rendimiento diario, formando el índice. Como se observa, el rendimiento acumulado de los Mbonos varía mucho más que el de CETES, pero invertir de manera constante en un Mbono a lo largo de 10.5 años ha pagado 5.6% anualizado más que los CETES (gráfica 9).
En la gráfica 8B, se compara el índice de rendimiento diario acumulado de los Mbonos con el de los UDIbonos (que pagan inflación más una tasa fija). El rendimiento de ambos bonos es muy similar a lo largo de 10.5 años. Solo fue mayor el de UDIbonos entre 2016 y 2017, cuando la inflación aumentó significativamente. Pero a partir de 2018, cuando la inflación bajó y el Banxico empezó a bajar la tasa de fondeo en 2019, el rendimiento de los Mbonos fue considerablemente mayor.
11 Heath (2012). Ver el capítulo 2 para repasar la construcción
de índices.
Figura 4
Identidades 2
El rendimiento acumulado de CETES, Mbonos y la bolsa de valores, a través del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), se presenta en la gráfica 9. Sin duda, en los últimos 10.5 años el instrumento financiero con mejor desempeño ha sido el de Mbonos, mientras que el IPC ha decepcionado.
Fuente:
Elaboración propia.
El comportamiento del tipo de cambio y sus determinantes están fuera del alcance de esta lectura, pero sí se puede sintetizar un concepto fundamental en los mercados financieros: el valor del tipo de cambio como activo financiero.
Cuando se invierte o se compra una divisa, sea el dólar o el peso mexicano, en realidad se está comprando un instrumento de deuda denominado en esa divisa. Puede ser un depósito solamente o un instrumento de deuda como los que hemos mencionado en esta lectura. Para comparar la rentabilidad de dos activos denominados en distintas divisas se requiere: 1) conocer el rendimiento de nuestros depósitos o ahorros en cada moneda; y 2) determinar cómo varían los tipos de cambio.
La relación fundamental o identidad que sintetiza la compleja relación entre tasas de interés y tipos de cambio se denomina paridad de tasas de interés, expresada en Identidades 2 (figura 4). La relación señala que el rendimiento de un activo de deuda en pesos mexicanos debe ser igual al rendimiento de un activo en dólares más la tasa de depreciación/apreciación esperada del tipo de cambio. Si los inversionistas están invirtiendo en un instrumento en dólares, y esperan que se aprecie el peso mexicano frente al dólar, buscarán un mayor rendimiento en pesos, comprando deuda denominada en pesos (vendiendo la de dólares), y la demanda por estos instrumentos de deuda en pesos propiciará que bajen las tasas de interés.
Gráfica 10
Rendimiento1/ total del Mbono de cinco años y UST de cinco años más movimiento
del tipo de cambio
Índice 100 = septiembre de 2000 (A) / Índice 100 = septiembre de 2015 (B)
A
I Mbono I UST + MXN
B
I Mbono I UST + MXN
1/ El rendimiento es calculado mediante la suma de la ganancia de capital del bono de cinco años más la proporción del cupón del bono. En el caso de los UST también se considera el cambio en el tipo de cambio peso/dólar asumiendo que la inversión inicial es en pesos.
Fuente:
Elaboración propia con información de VALMER y Bloomberg.
Al final, lo que dice esta identidad es que, en promedio, el rendimiento en pesos de un instrumento denominado en pesos frente al rendimiento de un instrumento denominado en dólares, pero pasado a pesos, debe ser igual. En las gráficas 10A y 10B se compara el índice de rendimiento acumulado diario de invertir en un Mbono, con el rendimiento en pesos de invertir en un bono del gobierno de Estados Unidos (UST, por sus siglas en inglés), emitido por su Departamento del Tesoro, para el mismo plazo. La gráfica 10A muestra que, en los últimos 20 años, el retorno acumulado de un Mbono frente al obtenido en pesos que ofrece un instrumento en dólares (UST) es prácticamente igual. Es decir, en el largo plazo sí parece que se cumple la identidad. A pesar de ello, durante muchos años pagó más un Mbono que un UST denominado en pesos.
En el corto plazo (gráfica 10B), el rendimiento de ambas inversiones difiere, como sucedió entre 2015 y 2018, ya que fue un periodo de mucha volatilidad después de las elecciones en Estados Unidos. A partir de 2018 y hasta febrero de 2020, el rendimiento de los Mbonos fue mayor. Esto debido a que el diferencial de tasas en México era muy atractivo para los inversionistas. A raíz de la crisis del COVID-19, el rendimiento de los instrumentos en dólares, pero denominados en pesos, aumentó significativamente a comparación a los de pesos; ya en abril y junio de 2020, el rendimiento acumulado se igualó.
En suma, el diferencial de tasas que ofrece México ante las tasas de Estados Unidos generalmente compensa los movimientos del peso mexicano, y muchas veces, magnifica el rendimiento de los instrumentos de deuda en pesos.
En esta lectura se presentaron y analizaron las distintas categorías del dinero, en México, destacando no solo su función en el sistema de pagos sino también el proceso de su creación y sus efectos en los mercados financieros. La definición de dinero puede ser escueta al referirnos únicamente a los billetes y monedas en circulación, o amplia al incluir la captación bancaria a plazo y bonos gubernamentales. Es aquí en donde los conceptos de dinero y mercados financieros se unen. El comportamiento de los mercados financieros dependerá, en gran parte, de cómo se produzca el dinero, en cuál de sus categorías se ubica, en qué se gasta, cómo se multiplica y qué instituciones lo origina. Este proceso incide en el rendimiento de los activos financieros. En la última sección, se presentó evidencia del rendimiento de algunos instrumentos financieros, en México y, en particular, se contrastaron estos rendimientos con los que han ofrecido activos de deuda denominados en dólares, no sin antes repasar el papel del tipo de cambio en el valor de los instrumentos de deuda.
Así, ante las distintas acciones que los gobiernos y los bancos centrales están implementando para restituir la relación dinero-mercados en periodos de crisis económicas, se espera que el lector -en este entorno económico- pueda construir una opinión sobre la evolución de los distintos indicadores monetarios y financieros.
Abreu, Gavin, Acosta, María Rebeca, Álvarez, Claudia, Cortina, Jaime José, Gallardo, María Daniela, García, Juan Rafael, Jiménez, Lorenzo, Santaella, Julio Alfonso, Tapia, Claudia & Tegho, Marie (2014), El mercado de valores gubernamentales en México, Banco de México, México.
Banco de Inglaterra (2014), “Money creation in the modern economy”, Quarterly Bulletin, 54(1): pp. 14-27, Enlace
Banxico (2012), “Circular 3/2012, dirigida a las instituciones de crédito y a la Financiera Rural, relativa a las disposiciones aplicables a las operaciones de las instituciones de crédito y de la Financiera Rural”, Banco de México, México, Enlace
Banxico (2018), Redefinición de los Agregados Monetarios y Medición de los Activos Financieros Internos, Banco de México, México.
Fabozzi, Frank J. (2016), Bond Markets, Analysis, and Strategies, Pearson, Estados Unidos.
Heath, Jonathan (2012), Lo que indican los indicadores: cómo utilizar la información estadística para entender la realidad económica de México, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, México.
COORDINADOR: JONATHAN HEATH
vol. II
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